Es una disciplina inclusiva e integradora, que ayuda a romper tabúes y que ofrece a todos aquellos que la practican nuevos retos con los que se ayuda a mejorar aspectos relacionados con el esquema corporal, como la coordinación o tónicas posturales, a la vez que se educa y mejora aspectos de la propia identidad, el autoconcepto, autoestima, afectividad, así como otros aspectos de carácter psicosocial.
Se practica en cuatro modalidades:
Amputaciones; prone, (tumbados) aquellos que tienen alguna paraplejia pero que son autónomos; prone con asistencia, los que necesitan algún tipo de ayuda para entrar o salir del agua e invidentes.